A los jóvenes: 
No teman pensar. No tengan miedo de abrir la mente. Renuncien a una vida gris. No vivan de espiritualidad prestada, niéguense a ser nietos de Dios. Vivan su propia historia con el Señor. Escriban su propia historia y corran nuevos riesgos. Ignoren a los mediocres, sáquenlos de sus círculos íntimos; amen a los inconversos y a los perdidos pero bloqueen a los religiosos tóxicos (que no van a cambiar aunque baje un ángel del cielo).

Trastorna tu entorno. Pinta este mundo con los colores del cambio, y no le hagas caso a los que insisten con el blanco y negro. Juégate. Pelea tu propio round. Deja una marca y escribe una visión que siga viviendo, aún cuando tu ya no estés aquí.

Dante Gebel.